viernes, 28 de agosto de 2009

Guatemala





La ciudad de Guatemala fue llamada “La tacita de Plata” por su diseño y trazo renacentista ubicado entre los mejores del siglo XVIII. En ella se encontraban elegantes teatros, iglesias dignas del más profundo respeto, grandes casas coloniales, amplias avenidas y pintorescos callejones. Todo eso en un marco de exquisito diseño arquitectónico. Renaciente es la dependencia de la Municipalidad que ahora canaliza los esfuerzos para recuperar su forma y brillo originales.

GUATEMALA
La ciudad de Guatemala Se encuentra a una altura de 1448 mts y esta ubicado al centro del mapa de la república de Guatemala. Cuenta con un clima templado, y su economía actualmente se basa en gran parte en las empresas privadas.
Es la ciudad mas grande en población de toda Centro América actualmente se cuenta con mas de 3 millones de habitantes, y su moneda nacional es el quetzal
Si alguna capital hispanoamericana ha sido viajera, es la de Guatemala. Desde su fundación en 1524, ha sido asentada en cuatro lugares diferentes: Iximché, Almolonga, Panchoy y el valle de la Asunción, lugar en el que actualmente se encuentra.

Hacia mediados del siglo XVIII, la capital del Reino de Guatemala era la ciudad colonial de Santiago de los Caballeros, ubicada en el Valle de Panchoy. Pero en 1773, una serie de terremotos destruyeron gran parte de sus edificaciones de estilo barroco.
Ante los destrozos, las autoridades coloniales decidieron trasladarla. Se realizaron estudios de distintos valles, entre ellos el de Jalapa y el de la Ermita. En este último la calidad de los suelos, los vientos y la cercanía ofrecían mayores ventajas.
Fue así como la actual ciudad de Guatemala se fundó en 1776, en el valle de la Ermita, junto a una pequeña población fundada en 1620, cuya parroquia estaba dedicada a la Virgen de la Asunción. En la actualidad, este lugar se conoce como la Parroquia Vieja.
El nombre del valle proviene de una ermita (ermita es como una cueva o lugar improvisado ) ubicada sobre un cerro, donde se veneraba la imagen de la Virgen del Carmen. Con el traslado, el lugar cambió de nombre y quedó bajo la protección de la Virgen de la Asunción.

La ciudad se fue construyendo lentamente, pues era una época de crisis económica dejada por el desastre y las condiciones imperantes en todo el territorio. El trazado original permaneció con sus mismas características hasta un siglo después, afirma el Cronista de la ciudad, Miguel Alvarez.
Pero de 1871 en adelante, la situación económica mejoró y aumentó la carga demográfica. Durante el Siglo XX , los terremotos y los gustos de los gobernantes de turno, con patrones europeos, hicieron que la capital adoptara un nuevo rostro, afirma la historiadora Oralia de León.
Otros cambios eran influidos por el uso del material de que disponía, como la lámina de zinc, y otros productos usados en construcción. Ya entrado el siglo XX, el Centro Histórico obtiene un nuevo rostro por los diferentes estilos arquitectónicos que se aprecian en las construcciones que lo conforman.
El actual centro de la ciudad tiene en su arquitectura y su patrimonio la expresión de más de 200 años, transcurridos desde su fundación. En él, se encuentra arquitectura barroca y neoclásica, correspondiente al período colonial y a los primeros años de vida independiente.

También se encuentra arquitectura ecléctica, es decir, mezcla de expresiones renacentistas, góticas, mudéjares, románicas y neocoloniales. Otras modalidades son el art deco, art noveau, modernista, contemporánea y contemporáneo expresionista.

Fiesta en honor a la virgen de la Asunción es el 15 de Agosto. En la actualidad colocan todos los puestos de feria, en el hipódromo del norte ubicado al norte de la ciudad, El día de la patrona no se trabajaba, era asueto y los habitantes de la ciudad se distraían en la feria. De allí procede el nombre de feriado, asegura el historiador Haroldo Rodas. Durante la mañana, los niños con sus padres visitaban la feria. Además de los juguetes y las golosinas, disfrutaban del carrusel de caballitos y otras distracciones infantiles. Se jugaba a la lotería y el premio consistía en piezas de loza inglesa o alemana. Por la tarde, las damas lucían traje de seda y mantón y los caballeros vestían de etiqueta. Se asistía al circo, se disfrutaba de los juegos mecánicos y en la noche el pueblo acudía al Zompopero y las Zarabandas. Los grupos pudientes, en cambio, se reunían en el sector más elegante de la feria, el Ballerina
Con el cambio de la ciudad capital, en el siglo XVIII, además de la sede del gobierno, se trasladó el gusto por las casas amplias, confortables y solariegas. Los habitantes con recursos económicos construyeron sus viviendas con reminiscencias coloniales, utilizando mano de obra indígena y mestiza, afirma la historiadora Rosa María Alvarez Aragón.
Curiosamente, las residencias de la época eran diseñadas uniformemente. Eran homogéneas, con muros blancos hacia el exterior y alerones para protegerlos de la lluvia. Se instalaban grandes puertas de madera y balcones de hierro. Las casas disponían de cocheras amplias, pues el carruaje era el medio de transporte de los más ricos.
Completaban el conjunto una colección singular de plazas, parques y atrios, pasajes, calles empedradas y callejones, palacios iglesias y casonas. Estos lugares sirvieron de escenario a una rica tradición en la que destacan las leyendas y las historias de los personajes que se revelan en las frases populares, comenta el antropólogo Celso Lara.
Los vecinos se asentaron en los lugares que se conocen como los barrios de la Parroquia, Jocotenango y, especialmente, en el centro de la ciudad, donde actualmente se localizan casas que, a pesar del paso del tiempo, aún conservan su estilo y buen estado. La mejor prueba de ello y que puede ser vista por los turistas nacionales y extranjeros, es el Museo Casa Mima (8a. Avenida 14-12, Zona 1).

Recorrer la zona 1 de la capital de Guatemala, es transitar por lo que hoy se ha denominado el Centro Histórico de la Ciudad, perímetro que permite al visitante nacional o extranjero, recrearse con los edificios y plazas coloniales en su mayoría, iglesias y conventos, palacios, museos y construcciones arquitectónicas de incalculable valor cultural e histórico.
Campanario del Reloj de la iglesia La Merced. La arquitectura del Centro Histórico de la ciudad de Guatemala, con excepción de algunos elementos decorativos de las fachadas de edificios, se desarrolló en base a los mismos criterios de diseño, tecnología constructiva y uso del espacio de la arquitectura colonial de finales del siglo XIX.

De las edificaciones originales, queda poco, las que no fueron destruidas por la acción de los terremotos de 1917 y 1976, han sufrido modificaciones a lo largo del tiempo, para adecuarlas a nuevas necesidades o ajustar su aspecto a los sitios en moda. Sin embargo, todavía se conserva un rico y excepcional legado artístico y arquitectónico, firme testimonio del pasado de la ciudad.
El recorrido por las calles y avenidas, para conocer los principales centros de atracción que posee, se complementa al disfrutar de una deliciosa taza de café u otra bebida fuerte en algún bar o café de antaño, o bien, disfrutar de una suculenta comida chapina u otro platillo internacional en alguno de los restaurantes que se localizan a lo largo del recorrido

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