lunes, 31 de agosto de 2009

Castillo de San Felipe de Lara

CASTILLO DE SAN FELIPE
A principios del siglo XVI el intercambio comercial entre Guatemala y su Metrópolis España se estableció a través del entonces llamado GOLFO DULCE. El constante ataque de los piratas en el golfo de México y las incursiones a Guatemala por el Río Dulce hizo necesaria la defensa del paso hacia el Lago de Izabal donde se encontraban las bodegas de almacenamiento de mercancías que ingresaban y salían para España. En 1595 el Gobernador informa al Rey Felipe II de los ataques sufridos, ordenando la construcción de una torre protegida por doce soldados y doce piezas de artillería llamada Torre de Sande.
En 1604 destruyen la primera torre y es reconstruida por el Capitán Pedro de Bustamante de quien toma nombre la torre llamándose Torre de Bustamante, fundación del puerto de Santo tomas. En 1640 se intensifican los ataques a la zona, algunos piratas mas conocidos eran el Mulato Lugarteniente de Pata de Palo” Anthony Schirley, el era de origen aristócrata llamado el Caballero Aventurero salteador de Jamaica y Puerto Rico. Gareful y William Jackson que tenían su base de operaciones en las islas de Guanaja y Roatan y William Parker conocido por el saqueo de Sto. Domingo y Puerto Bello.

Entre 1651 se destruye por segunda vez y es reconstruido por el oidor Lara y Mogrovejo el cual le coloca por nombre Castillo de San Felipe de Lara, en honor al rey y su Persona. Para 1655 disminuyen los ataques y el castillo es convertido en Prisión debido a la dureza del clima y fortificación. Entre 1660 y 1666 los hermanos de la Costa Piratas establecidos en la isla de Tortugas reanudan ataques y saqueos el castillo vuelve a tener su función defensiva.

En el año de 1669 se encomienda al Ingeniero Militar Martín de Andujar una inspección. En su informe expone que el castillo esta muy dañado y no es funcional pues solo cuenta con 12 varas de diámetro y cubierto de paja y parapetos de tabla muy maltratada. En 1672 se ordena a Francisco de Escobedo, General de Artillería realizar mejoras cerrando la puerta con una ratonera de estacada y elevar las murallas. Para 1679 el castillo sufre un nuevo ataque de los piratas, esto sorprende a los vigías del castillo y se apoderan de el, atacando posteriormente el lugar de desembarco de provisiones llamado Bodegas (hoy conocido como Mariscos). A raíz del ataque el sargento mayor Diego Gómez de Ocampo es enviado para hacer una investigación estableciendo sus deficiencias y adjunta un plano de sus ambientes. A un con esto en el año 1683 el Pirata Holandés Juan Zaques y el Corsario llamado Lorenzo mantienen en constante zozobra el Río dulce y las costas de Campeche. En
1684 Zaques toma el castillo prendiéndole fuego, robando municiones y las piezas de artillería. Debido a los ataques y destrucción se celebra en 1685 una junta de capitanes para determinar la factibilidad de conservar el Castillo.

Finalmente acuerdan su reconstrucción por su estratégica ubicación y por ser la única defensa en la Ruta al interior de la Capitanía General de Guatemala. Ya en el año de 1688 se reconstruye y amplia su capacidad defensiva con murallas y 100 plazas para guardias. Los trabajos los lleva a cabo el Ingeniero Militar Andrés Ortiz de Urbina, cesan los ataques y resurge la paz temporalmente. Por combates en la costa y mar se establecen en 1736 tres puestos de vigías, Fronteras, Zapote y Tameja. Estos se encontraban antes de llegar al castillo viniendo del mar caribe. Quedando así el castillo y los demás tesoros que este resguardaba de forma segura. En 1955 se encomienda al arquitecto Francisco Ferrus Roig la reconstrucción. Quien investiga entre otros en el archivo general de Indias en España localizando los planos y documentos relacionados con el castillo, excavaciones en el área descubren restos de distintas épocas, técnica seguida tras un detenido estudio se vio la posibilidad de superponer partes existentes en distintas épocas sin perder la unidad del conjunto aumentando el interés Histórico dando alas a la imaginación del visitante. Así se pudo conservar la primera fortificación (torre de Bustamante) sobre la cual se erigió el Baluarte de San Felipe.

Con el paso de los años, la actividad marítima de la zona disminuyó considerablemente y Río Dulce perdió mucha de su importancia económica y ahora el castillo permanece como un recuerdo, testigo de tiempos pasados y atractivo turístico.
Se encuentra ubicado a aproximadamente 3 horas de la ciudad capital de Guatemala a través de la carretera CA-9 y al llegar a la Ruidosa, cruzar hacia Río Dulce, desde donde se puede tomar una lancha hacia el Castillo. O bien, puede seguir la carretera asfaltada que parte del poblado de Río Dulce hacia el Castillo a solo 20 minutos.
En el interior del área turística, previa al castillo, es posible encontrar jóvenes caribeñas que trenzan el cabello de los visitantes, así como tiendas con recuerdos del lugar.
Una vez dentro del castillo, es posible visitar cada una de sus partes pues la tarea de restauración ha sido extensa y exitosa. La vista desde la parte alta del torreón es interesante. También se cuenta con paseos por lancha a los alrededores.

El castillo es como una ciudad completa en miniatura. La plaza central con puertas y ventanas en arco, paredes de piedra y techos de teja, con un aire español increíble en los corredores.

En un extremo de la plaza esta la capilla con sus nichos para las imágenes. En la pared detrás de la puerta puede verse el mecanismo para mover el puente levadizo. Varias torres ofrecen magnificas vistas del Río Dulce y sus alrededores. Cañones, paredes de piedra, techos de teja, palmeras y el paisaje del río definen el carácter de este magnifico lugar donde el tiempo parece detenerse.

El ingreso hacia el castillo es de Q.20.00, cuenta con servicio de guías locales para que el viajero no pierda ningún detalle en su visita.

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